Garmisch es una ciudad alemana ubicada en la ciudad de
Baviera, y es uno de los centros de deportes de invierno más famosos de todo el
mundo siendo sede de los Juego Olímpicos de Invierno en dos
ocasiones y una de las principales candidatas para organizar esta competencia
que se llevará a cabo en el año 2018.
En esta región se encuentran importantes hoteles, tiendas y restaurantes de muy alto nivel económico, además también es una de las sedes de la comercialización de la tradicional artesanía Baviera, haciendo que está mezcla perdure por las calles de manera armónica haciendo que este colorido sea único en el mundo, logrando preservar las raíces del lugar, pero acompañándolas con los rasgos más importantes del mundo.
En la región de Garmisch hay muchas atracciones turísticas dentro de las cuales se destacan las ruinas del castillo de Werdenfels, cuya construcción data 1219, cuyo estilo podemos apreciar que claramente como románico – gótico, este castillo fue construido para proteger el camino militar que pasaba en esta región.
Otro de los lugares visitados en este lugar es el Santuario de San Antón, si bien en su origen no es más que una simple capilla, en la que se conserva la única obra que sobrevivió al paso del tiempo del artista Johann Evangelista Holzer en el siglo XVIII.
En esta región se encuentran importantes hoteles, tiendas y restaurantes de muy alto nivel económico, además también es una de las sedes de la comercialización de la tradicional artesanía Baviera, haciendo que está mezcla perdure por las calles de manera armónica haciendo que este colorido sea único en el mundo, logrando preservar las raíces del lugar, pero acompañándolas con los rasgos más importantes del mundo.
En la región de Garmisch hay muchas atracciones turísticas dentro de las cuales se destacan las ruinas del castillo de Werdenfels, cuya construcción data 1219, cuyo estilo podemos apreciar que claramente como románico – gótico, este castillo fue construido para proteger el camino militar que pasaba en esta región.
Otro de los lugares visitados en este lugar es el Santuario de San Antón, si bien en su origen no es más que una simple capilla, en la que se conserva la única obra que sobrevivió al paso del tiempo del artista Johann Evangelista Holzer en el siglo XVIII.
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