Con un pasado milenario cuyos orígenes se remonta a los dos mil años, Coblenza(Koblenz en alemán) es una ciudad tradicional e histórica situada a ambos lados del Rin . Se le considera la tercera ciudad en importancia después de Maguncia y Ludwigshafen en el estado federal de Renania-Palatinado.
Su nombre deriva del latín Confluentes, “confluencia”, y las crónicas relatan que era uno de los puestos militares fundados por Druso el Mayor en el 8 a. C. En este sentido, la ciudad celebró con bombos y platillos su 2000 aniversario en 1992.
Lo primero que llama la atención son sus fortificaciones defensivas que se enclavan en lo alto de las colinas que rodan la ciudad al oeste, destacando la fortaleza de Ehrenbreitstein. En un recorrido por el casco histórico el visitante se dará cuenta de la importancia de su arquitectura medieval con plazas, casonas, palacios y murallas.
La historia de la región se remonta alrededor de 1000 AC, por lo que se han encontrado vestigios de su habitat. Hasta que en el 55 a. C. las tropas romanas comandadas por Julio César ocuparon el Rin construyendo un puente entre Koblenz y Andernach. Ademas edificaron dos castillos como protección de la incipiente ciudad.
Y con la caída del Imperio Romano, la ciudad fue conquistada por los francos convirtiéndose parte del imperio de Carlomagno, hasta que en el 925, se convirtió en parte del Sacro Imperio Romano Germánico.
Aún se puede encontrar vestigios de aquella epoca , como la Basílica de San Kastor, la iglesia fundada en el año 836 por Luis el Piadoso, murallas de defensa de la ciudad y el Liebfrauenkirche, que es una hermosa iglesia que data de inicos del siglo 13 que destaca por sus torres románicas tardío y el Castillo Tréveris, edificada en 1280.
y mientras pasea por el centro histórico de la ciudad con sus estrechas calles y plazas romántica puede elegir para ir de compras, o simplemente para tomarse un descanso en uno de los muchos cafés al aire libre. Un paseo de “Florinsmarkt” (Mercado de San Florin) a la “Münzplatz (antigua Casa de Moneda Plaza) y” Jesuitenplatz “(Plaza de los jesuitas) le llevará a monumentos históricos ytiendas que invitan a comprar en un entorno histórico.
Por la noche, puede cenar en un restaurante en el interior o al aire libre o camine a orillas del Rin o el Mosela. Aquí se puede pasear tranquilamente a lo largo de los ríos viendo barcazas y barcos que pasan.
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