Una de las bellas e históricas ciudades alemanas es Dusseldorf, capital de Renania del Norte-Westfalia, por donde discurre el río pequeño Dussel, un afluente del Rin, Hoy, aquella vila medieval ha crecido para convertirse en el motor económico de la región y una de las tres ciudades más ricas de Alemania.
Sobre sus orígenes se sabe que en el 1135 la ciudad fue nombrada llamándola Düsseldorp. Luego, con las Guerras Napoleónicas la ciudad tuvo un período de pobreza hasta su recuperación en la mitad del siglo XIX, logrando un desarrollo económico por la revolución industrial.
Y luego de la terrible destrucción de la Segunda Guerra Mundial, que dejó prácticamente a Dusseldorf en escombros, hoy se ha convertido en el centro administrativo y financiero de Alemania.
Igualmente, Dusseldorf ofrece gran cantidad de museos y galerías de arte, además de calles de tiendas de moda y de restaurantes que ofrece lo mejor de la gastronomía regional.
Un recorrido obligado es por su casco antiguo (Old Town), un verdadero laberinto de calles empedradas junto al río con más de 200 bares, restaurantes y locales nocturnos. Esta es la zona donde abundan los hoteles de cinco estrellas como los de bajo costo.
Es en ésta áera en que destaca la calle Königsallee que conecta a excelentes museos, salas de conciertos, teatros y galerías que convierten a Düsseldorf en una metrópoli artística y cultural.
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